Un joven con un récord académico excelente fue a solicitar un puesto directivo en una gran empresa. Pasó la primera entrevista, el director hace la úlima entrevista, y es quien toma la decisión final. El director descubrió a partir del análisis del Curriculum Vitae que los logros académicos del joven fueron excelentes en todo momento, desde la escuela secundaria hasta la investigación de postgrado, nunca había tenido un año en el que no obtuvo excelentes calificaciones. El director le preguntó: El director le preguntó: El joven respondió: El director le preguntó: El joven respondió: El director pidió al jóven mostrar sus manos. El joven mostró un par de manos lisas y perfectas. El director le preguntó: El joven respondió: El director dijo: El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era muy alta. Cuando regresó, felizmente pidió a su madre para limpiarle las manos. El joven comenzó a limpiar las manos de su madre poco a poco. Sus lágrimas cayeron a medida en que lo hizo. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su madre estaban tan arrugadas, y con tan numerosas callosidades y contusiones. Algunos eran tan dolorosos que su madre se estremeció cuando los limpió con solo agua. Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de que era este par de manos que lavan la ropa todos los días, los que hacia posible pagar la cuota de la escuela y la universidad. Los moretones en las manos de su madre fueron el precio que pagó por su graduación, por su excelencia académica y su futuro. Después de terminar la limpieza de las manos de su madre, el joven lavó toda la ropa restante. Esa noche, madre e hijo hablaron durante un tiempo muy largo. A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director. El Director notado las lágrimas en los ojos del joven, le preguntó: El joven respondió: El Director le preguntó: El joven dijo, El Director dijo: Quiero contratar a una persona que aprecia la ayuda de los demás, una persona que conoce el sufrimiento de los demás para hacer las cosas, y una persona que no pondría el dinero como su única meta en la vida. Usted está contratado. Con el paso del tiempo, este joven trabajó muy duro, y recibió el respeto de sus subordinados. Cada empleado trabajó con diligencia y en equipo. El desempeño de la empresa mejoró enormemente. Comentario Usted puede dejar que su hijo viva en una casa grande, comer una buena comida, aprender piano, ver una gran pantalla de televisión. Pero cuando usted está cortando el césped, por favor, deje que lo experimente. Colaboración de Eloina Pedroza Andrade. |