Cuando el cielo esté gris, Acuérdate cuando lo viste profundamente azul. Cuando sientas frío, Cuando sufras una derrota, Cuando necesites amor, Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría. Recuerda los regalos que te han hecho, los besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han emanado. Si esto has tenido. Lo podrás volver a tener y lo que has logrado, lo podrás volver a ganar. Alégrate por lo bueno que tienes y por lo de los demás; desecha los recuerdos tristes y dolorosos, no te lastimes más. Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad. Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y, emociones sanas y, vívelas otra vez. Visualiza aquel atardecer que te emocionó. Revive esa caricia espontanea que se te dio. Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien. Allá en tu mente están guardadas todas las imágenes. Y solo tú decides cuáles has de volver a mirar. Colaboración de Gabriel Núñez de León, Gto. México. |