Si alguien tarda en hacer algo decimos que es lento. Si la demora es nuestra es que somos concienzudos. Si el otro no hace lo que debe es perezoso, si somos nosotros es porque estamos muy ocupados. Si alguien hace algo sin esperar a que se le diga, se ha tomado atribuciones indebidas. Si somos nosotros los que procedemos espontáneamente, es porque tenemos buena iniciativa. Cuando otro sostiene con vigor sus puntos de vista lo tildamos terco. En nuestro caso somos de convicciones firmes. Cuando un extraño hace caso omiso de las reglas de urbanidad lo acusamos de mal educado. Si nosotros violamos las normas somos muy originales. Las personas rectas y fieles a unos principios morales son anticuados. Nuestros vicios son prueba de que somos modernos. "Errar es humano" es la excusa para lo malo. ¿Obrar bien será sobrehumano? No, acertar es tan humano como errar. Elige bien sin justificar a toda hora tus errores. Colaboración de Jorge Luis Caballero Quezada. |