Entre palabras, el amor se fugaba me despertaba ante aquella pasión dormida que en mi alma naufragaba. Todo comenzó en aquella luna llena y entre el mar y la arena nuestros cuerpos y nuestras almas una se hacía. El amor que de tu boca salió, lleno mi alma de emoción y en ti confié todo mi puro amor. Ahí comenzó todo, y poco a poco la desnudez de mi alma se hacía más clara ante aquella hermosa luna. Nuestros cuerpos se hacían uno, nuestra vida ya era la misma, nuestro amor vagaba sin control. Cada beso me llegaba al alma, cada palabra me mataba y poco a poco con dolor profundo lograste penetrar mi alma y la hiciste tuya sin permiso. Aquella luna lloraba la traición que más tarde aquel amor presenciaría. Un abrazo no faltó y aquella noche el amor nunca olvidó. Meses más tarde nuestro amor se separó y aquella dulce alma con la luna se marchó... Colaboración de Arnoldo Araujo Molina. |