Había una vez una hadita muy bella que protegía un bosque encantado. Su belleza era tanto externa como interna. Sus largos cabellos rosados acariciaban sus pequeños hombros; sus profundos ojos violetas reflejaban los destellos del sol; su sonrisa era dulce y tibia como un beso matinal y su voz contenía todos los sonidos de la naturaleza. Su cuerpo estaba cubierto por una larga túnica azul; abrazaba su cintura un hilo de luna y sus pies estaban protegidos por hojas de abedul. Sus manos eran perfectas: suaves al tacto, prolongaciones de amor y de caricias divinas. Sobre su frente brillaba un punto de luz, como un diamante puro, pero la principal característica estaba en su pecho, tenía una enorme estrella dorada que titilaba al compás de su respiración. Asombrada por lo que veía me acerqué a ella y sin hablar nos comunicamos, sólo a través de la intuición y de la imaginación. Fue maravilloso lo que descubrí; me reveló su secreto, que, en realidad no era un secreto sino algo que todos poseemos. Sentí y percibí dentro de mí el supremo mensaje. Estaba envuelto con luces mágicas y decía algo así: "Siempre que tengan un ratito... jueguen". "Siempre encuentren motivos para reírse". "Siempre que tengan oportunidad... abracen a sus seres amados y demuéstrenles cuánto los tienen en cuenta. "Siempre ¡sean felices! "Siempre sueñen que se cumplen todos los deseos". "Siempre traten de demostrar AMOR a TODOS los seres de la naturaleza, de todos los reinos, a las plantas, a los animales, a las personas, a las piedras, a lo que vemos y a lo que no vemos pero percibimos. "Siempre consoliden un mundo mejor, un mundo sin lágrimas, un mundo sin guerras, un mundo sin violencia, un mundo lleno de amor y alegrías, un mundo en el que TODOS compartamos las ganas de vivir AMANDO" Me sentí inmersa en una nube de felicidad, y fue conmovedor cuando descubrí que en mi pecho también brillaba una enorme estrella dorada que titilaba al compás de mi respiración. Tuve la certeza de que TODO ES POSIBLE, de que TODO DESEO SE CUMPLE SI NACE DESDE LO MÁS PROFUNDO DEL ALMA. No encontraba un nombre para ponerle a lo que estaba sucediendo, pero de repente recordé que "en el lenguaje de la luz los nombres no cuentan". El hadita que protegía el bosque encantado me contó, ahora sí con palabras, que un ser muy importante y muy especial le había concedido la misión de regalar estrellas y colocarlas en los corazones de todos los seres que desearan vivir un mundo nuevo y feliz. Me reveló que TODOS poseemos, dentro de nosotros, un bosque encantado. Un bosque lleno de enormes árboles y perfumadas flores. Un bosque pintado con gotas de rocío y coloreado con luz de luna. Un bosque habitado por millones de seres que colaboran y trabajan para que luzca más bello: gnomos y duendes se encargan de ello. Un bosque mágico que envuelve en su centro la esencia de todo lo que es y de todo lo que existe: el AMOR... El hadita que protegía el bosque encantado (que no era otra que yo misma) me invitó a recorrerlo y a regalar estrellas y a colocarlas en los corazones de los seres decentes deseosos de compartir un mundo de amor. Así lo hice: descubrí que todos anhelamos el bien, la felicidad, la salud, la paz, la alegría de saber que somos amados por el amor. Coloqué en infinitos corazones la estrella dorada. Cada una brillaba a su manera, pero todas lo hacían. Cada una era una especie distinta, pero todas conformaban el inmenso bosque encantado que es el universo. Dentro de todos hay una bella hada que nos protege, que vela por nuestro interno bosque mágico, que posee una tierna mirada y una dulce sonrisa, que acaricia con sus cabellos rosados nuestros hombros cansados, que nos mima con sus manos divinas y que hace brillar en su plenitud a la gran estrella dorada que es regalo de la vida. Es mi más sincero deseo que logres descubrir a tu estrella dorada. Sólo hay que anhelarlo firmemente y con certeza. Cerrando los ojos, alivianando la mente, entregándose al amor e internándose en el bosque encantado lo lograrás y conseguirás encontrarla. Anímala para que brille como ella sabe hacerlo y serás y te convertirás en un ser mágico. En su centro sus destellos cantan: "TODOS Y TODO SE FUNDE Y SE CONFUNDE EN EL AMOR" Colaboración de SAVAGE de Argentina. |