Hans Christian Andersen. Autor danés, uno de los escritores de cuentos para niños más conocidos, nació en Odense, Dinamarca, el 2 de abril de 1805. Su familia era pobre y humilde. Con 14 años parte solo, casi sin medios, a Copenhague con la idea de probar suerte en el Teatro, su gran pasión junto a los libros y las historietas.Tras tres largos años de penuria tuvo la suerte de que se cruzara en su camino el canciller Jonas Collin, el cual dándose cuenta de su talento le envía a una escuela de Slagelse para que reciba una instrucción formal.Según palabras del propio Andersen, los años pasados en esta escuela fueron los más sombríos de su vida. Es en esta época cuando escribe su primera obra; En 1827 imprime de forma anónima El niño moribundo. Desde entonces comienza a cosechar éxitos literarios; sus poemas se publican en algunos de los principales diarios de la época y presenta su primer trabajo en prosa - Caminata desde el canal de Holinen hasta la punta oriental de Amager- y su primera obra de teatro ý Amor en la torre de San Nicolás.Entre 1833 y 1834 visita Francia e Italia. En 1835 publica el primer fascículo de los Cuentos de hadas, contados para los niños. Tan grande es la aceptación que tienen los cuentos que a esta primera colección siguen otras muchas, casi una por año, con obras tan conocidas como La sirenita, La pequeña vendedora de fósforos, Pulgarcita, El Patito Feo o La Reina de las Nieves.Durante su estancia en el Reino Unido, Andersen entabló amistad con Charles Dickens, cuyo poderoso realismo, al parecer, fue uno de los factores que le ayudaron a encontrar el equilibrio entre realidad y fantasía, en un estilo que tuvo su más lograda expresión en una larga serie de cuentos. Inspirándose en tradiciones populares y narraciones mitológicas extraídas de fuentes alemanas y griegas, así como de experiencias particulares, entre 1835 y 1872 escribió 168 cuentos protagonizados por personajes de la vida diaria, héroes míticos, animales y objetos animados. Dirigidas en principio al público infantil, aunque admiten sin duda la lectura a otros niveles, los cuentos de Andersen se desarrollan en un escenario donde la fantasía forma parte natural de la realidad y las peripecias del mundo se reflejan en historias que, no exentas de un peculiar sentido del humor, tratan de los sentimientos y el espíritu humanos.En la línea de autores como Charles Perrault y los hermanos Grimm, el escritor danés identificó sus personajes con valores, vicios y virtudes para, valiéndose de elementos fabulosos, reales y autobiográficos, como en el cuento El patito feo, describir la eterna lucha entre el bien y el mal y dar fe del imperio de la justicia, de la supremacía del amor sobre el odio y de la persuasión sobre la fuerza; en sus relatos, los personajes más desvalidos se someten pacientemente a su destino hasta que el cielo, en forma de héroe, hada madrina u otro ser fabuloso, acude en su ayuda y la virtud es premiada. La maestría y la sencillez expositiva logradas por Andersen en sus cuentos no sólo contribuyeron a la rápida popularización de éstos, sino que consagraron a su autor como uno de los grandes genios de la literatura universal.Un día de 1844 escribió:“Hace veinticinco años llegué con mi atadito de ropa a Copenhague, un muchacho desconocido y pobre: y hoy tomé chocolate con la Reina.”Luego de una larga y dura enfermedad, falleció el 4 de agosto de 1875 en la casa de campo llamada “Rolighed” (La Tranquilidad), cerca de Copenhague donde está enterrado. Tenía 70 años.Sin duda, sus cuentos, traducidos a más de 120 idiomas, han dado a Hans Christian Andersen una fama universal entre niños y adultos.
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