Vivimos en un planeta maravilloso lleno de recursos y de belleza. Cada día valoro más toda la belleza que me rodea y contribuyo no sólo a mantenerla, sino a incrementarla. Donde veo una cara de enfado, devuelvo una sonrisa; cuando veo un acto de violencia, realizo un acto de amor; cuando siento tristeza, recuerdo todos los motivos que tengo para estar agradecida. Nada hay más contagioso que la felicidad. Cada día inicio una revolución de esperanza y júbilo. Abro sin temor las puertas de mi corazón para acoger todas esas experiencias que hacen de mí una persona más plena, más consciente y más sabia. Autor: - Louise L. Hay |