| Luego de morir, un hombre se encontró con Dios en el cielo.
Él le dijo: "Hijo, es hora de irse."
El hombre triste y sorprendido preguntó: "¿Qué lleva en el portafolio."
Dios respondió: "Tus pertenencias."
"¿Mis pertenencias? ¿Se refiere a mis cosas, mi dinero, ropa…?"
Dios respondió:"Esas no eran sus pertenencias, sino sus cosas en la tierra."
"¿Serán mis recuerdos entonces?"
"Esas memorias le pertenecen al tiempo y no a ti, hijo mío."
"Entonces deben ser mis habilidades y talentos."
Dios respondió, "Tampoco te pertenecieron, sino que fueron hijos de las circunstancias."
"¿Mi familia entonces?" a ti pertenecen a tu corazón" le dijo Dios.
"Debe ser mi alma."
"No, esa es mía desde que comenzaste a existir."
Dubitativo, el hombre abrió el portafolio.
Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando vio que allí no había nada.
"¿Acaso no fui dueño de nada?"
Dios le dijo, "Así es. Cada momento que viviste fue para ti, más no una cosa."
La vida es tan sólo un momento que te pertenece.
Vive ahora, vive tu vida y nunca olvides ser feliz.
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