Señor, te presento a mis amigas para que las bendigas y las cuides tú que sabes lo que viven, lo que les preocupa, lo que sienten, lo que piensan, lo que anhelan, lo que les falta y lo que desean. Aquí están señor, tú que sabes cuándo lloran, cuando ríen, cuando están en soledad. Cuídalas, protégelas, anímalas a seguir adelante; acompáñalas siempre. |