No me des todo lo que pida, a veces yo sólo pido para ver cuánto puedo obtener. No me des siempre órdenes; si a veces me pidieras las cosas lo haría con más gusto. Cumple tus promesas; si me prometes un premio o un castigo, dámelo. No me compares con nadie, si me haces lucir peor que los demás seré yo quien sufra. No me corrijas delante de los demás, enséñame a ser mejor cuando estemos a solas. No me grites, te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar. Déjame valerme por mí mismo o nunca aprenderé. Cuando estés equivocado admítelo, y crecerá la opinión que tengo de ti. Haré lo que tú hagas, pero nunca digas y no hagas. Enséñame a conocer y amar a Dios. Cuando te cuente mis problemas, no me digas no tengo tiempo; compréndeme y ayúdame. Quiéreme y dímelo, me gusta oírtelo decir. |