Y me envolví con tu cuerpo. Como si entrara en el vientre de una cascada. Con tu frente en mis labios saborie tus pensamientos y tus sueños. Adormecido peine con mis manos tus cabellos mientras tu aliento alimentaba mi alma. Colaboración de Victor Manuel Espino Ocampo de Ixtapa, Zihuatanejo, México. |