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| Cuando el alma llora de dolor al descubrir que lo que más amamos no es nuestro, que la venda de los ojos ha caído, que de pronto nos vemos solos en medio de un abismo pensando por qué y repitiendo mil veces ¡Por qué Dios mío! Acaso me lo merezco di todo de mi y nada me quedo, ahora estoy solo y abatido. Donde puedo encontrarte, por qué tardas tanto en venir o Dios por favor escúchame, te necesito tanto, ya no puedo más, el ayer me está matando. Quiero volver atrás y no puedo señor, dame fuerzas, te pido devuélveme la dicha de un ayer perdida. ¡Señor, grita mi alma entristecida!Dame tu mano, no dejes que muera antes de encontrarte. Viví feliz y ahora que te tengo sufro más, sí, lo sé, porque al demonio le da cólera ver que me llevas en tus brazos señor, te amo, mi alma es tuya y mi corazón también. Si tu perdonaste todo, ¡por qué yo no! Ahora digo y suplico, regresa mi amor te estoy esperando para amarte cada vez más. Jesús me enseño a amar y no te dejare jamás. Tu traición me ha dolido, pero me ha dado fuerzas para volver a recuperarte te amo. Gracias Jesús por enseñarme a valorar. Aunque con dolor lo hiciste pude ver que tú me amas más. Erika Martínez |
