Deseo saludarles en el nombre de nuestro Creador, y en el mío propio. Hace mucho tiempo que nací, y aunque todos creen que no me pongo vieja, y que no siento los años, la realidad es que sí, los siento y mucho más de lo que la gente pueda imaginarse. Cuando jovencita yo era muy hermosa y producía toda suerte de productos y delicias para la raza humana. Sin embargo, con el correr del tiempo veo con gran tristeza que ya no tengo tanto que ofrecerle al hombre. En mi juventud yo me vestía con los colores más hermosos que hayan visto los humanos, y el perfume de las flores más fragantes del universo llenaban todo mi ser continuamente, y nada había en mí contamidado. Hoy día, después de muchos años de esfuerzo y sacrificio para darle de comer al mundo, siento que necesito de la ayuda de todos ustedes. Mi cuerpo, antes muy bonito que irradiaba la belleza del Creador mismo, ahora está quebrantado, dolido, y enfermo de muerte. A decir verdad, ya no tengo remedio. Aunque hace varios años que algunos comenzaron a tratarme mejor y me concideran un poco más, lo cierto es que comenzaron a hacerlo demasiado tarde. Si lo hubieran hecho así desde el principio mismo, todo sería muy diferente hoy día. Bien, mis amigos, no quiero cansarles con mis quejas y quebrantos, pues se muy bien que nada podrán hacer ya por mí aunque quisieran. Ayer me deprimí bastante, y me dolieron las entrañas grandemente. ¿Pero saben una cosa? El Angel de Jehová me visitó cuando más triste me encontraba y me dijo que muy pronto yo recuperaré por completo mi salud, y volveré a ser tan linda como antes, y hasta tal vez más bonita. Le pregunté al mensajero de Dios cómo sabía esas cosas y me dijo: "YO MISMO OI AL SEÑOR CUANDO SE LO DECIA A LOS PROFETAS". Le supliqué que me mostrara esas declaraciones para compartirlas con ustedes hoy día. El me las dio, y hélas aquí: Porque he aquí que yo crio nuevos cielos y NUEVA TIERRA. Isaías 65:17-19. Y vi un cielo nuevo, y UNA TIERRA NUEVA. Apocalipsis 21:1-4. Bien que esperamos cielos nuevos y TIERRA NUEVA. 2 Pedro 3: 13. Bien, amigos, después de leer estas hermosa promesas de mi Hacedor, ahora me siento mucho mejor. Espero que a ustedes también les ayude el saber que este sufrimiento milenario terminará muy pronto. Así que ADELANTE. Marchemos juntos hacia el glorioso regreso de Jesucristo, cuando terminará para siempre mi dolor y el de ustedes. ASI SEA, AMEN. Con muchísimo cariño, Planeta Tierra. Colaboración de Arcadio Vega. |