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| Había una vez un muchacho el primero en todo, mejor atleta, mejor estudiante, pero lo que nunca supo fue si era buen hijo, un buen compañero o un muy buen amigo. En un día de depresión el muchacho se dejo morir, cuando iba camino al cielo se encontró con un ángel y este le pregunto: ¿por qué lo hiciste si sabias que te querían? A lo que él respondió: Hay veces que vale más una sola palabra de consuelo que todo lo que se sienta... en tanto tiempo nunca escuche: "estoy orgulloso de ti", "gracias por ser mi amigo"... ni un "Te Quiero Mucho..." Al quedar pensativo el ángel, el muchacho dijo: "¿Y sabes que es lo que más duele?" El ángel triste le preguntó: ¿qué?, y respondió, "que todavía espero escucharlo algún día. ¡UN TE QUIERO! Luego de esto, el ángel abrazo al muchacho y le dijo que no se preocupe, porque se acerca a la única persona que siempre le dijo al oído que lo amaba pero él nunca lo escucho, pero aun así lo recibe con los brazos abiertos. Es importante decirles a las personas que quieres lo importantes que son para ti. SI MUERO HOY... SOLO QUERÍA QUE LO SUPIERAS, ¡GRACIAS POR TU AMISTAD! ¡TE QUIERO MUCHO! Colaboración de Gabriel Núñez de León, Gto., México. |
