Queda prohibido llorar sin aprender, levantarme un día sin saber qué hacer, tener miedo a mis recuerdos, sentirme sólo alguna vez. Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quiero, abandonarlo todo por tener miedo, no convertir en realidad mis sueños. Queda prohibido no demostrarte mi amor, hacer que pagues mis dudas y mi mal humor, inventarme cosas que nunca ocurrieron, recordarte sólo cuando no te tengo. Queda prohibido dejar a mis amigos, no intentar comprender lo que vivimos, llamarles sólo cuando les necesito, no ver que también nosotros somos distintos. Queda prohibido no ser yo ante la gente, fingir ante las personas que no me importan, hacerme el gracioso con tal de que me recuerden, olvidar a toda la gente que me quiere. Queda prohibido no hacer las cosas por mi mismo, no creer en mi Dios y hacer mi destino, tener miedo a la vida y a sus castigos, no vivir cada día como su fuera un último suspiro. Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme, olvidar tus ojos, tu risa,tus besos, todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse, olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente. Queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas valen más que la mía, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha, pensar que con su falta el mundo se termina. Queda prohibido no crear mi historia, dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida, no tener un momento para la gente que me necesita, no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita. Colaboración de Gabriel Núñez Acevedo de León, Gto., México. |