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| En mi ciudad hay un señor al que sus hijos le llevan serenata el Día de la Madre. Enviudó cuando los niños eran pequeñitos. El hombre, entonces, fue para ellos padre y madre. Ahora que ya son grandes y van con sus amigos a dar serenata a las mamás, los muchachos llegan a casa del señor y le dedican "Amor de madre", "Cariño verdad" y otras canciones alusivas. Lo celebran también el Día del Padre, naturalmente. Pero no conozco a ningún otro papá que sea homenajeado el 10 de mayo. De esto derivo una conclusión quizás aventurada: los hombres tenemos también instinto maternal. Y otra conclusión saco además, que no es aventurada: muchísimas mujeres deberían ser festejadas el Día de la Madre y también el Día del Padre. Porque son incontables las que han sido madre y padre para sus hijos. Colaboración de Mario Pablo Vásquez de México, D.F. |
