La diferencia entre los países pobres y los ricos no es la edad el país.
Países como India y Egipto, tienen más de 2000 años y... son pobres. Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que hace 150 años eran inexpresivos, hoy son países desarrollados y ricos. La diferencia entre países pobres y ricos tampoco reside en los recursos naturales disponibles. Japón posee un territorio 80% montañoso, inadecuado para agricultura y ganado, pero es la segunda economía mundial. Japón es como una inmensa fábrica fluctuante, importando materia prima de todo el mundo y exportando productos manufacturados. Otro ejemplo es Suiza; no cosecha cacao pero tiene el mejor chocolate del mundo.
Cría animales y cultiva el suelo durante apenas cuatro meses del año.
Es un país pequeño que da imagen de seguridad, orden y trabajo, y así se transformó en la Caja Fuerte del mundo. Ejecutivos de países ricos al relacionarse con sus pares de países pobres muestran que no hay diferencia intelectual significativa. La raza o el color de la piel tampoco son importantes: inmigrantes que fueron peligrosos en sus países de origen son ahora la fuerza productiva de países europeos ricos.
¿Cuál es entonces la diferencia? La educación y la cultura deben plasmar conciencias colectivas, estructuradas en los valores eternos de la sociedad: moralidad, espiritualidad y ética.
En síntesis: transformar la conciencia del latinoamericano. Comunidades, cuando organizadas políticamente (Asociaciones de Colonos, Clubes de Madres, Clubes de pensadores) se tornan en micro-estados. Las transformaciones deseadas por la Nación para el Estado serán realizadas en esos micro-estados, los átomos del organismo nacional. Al analizar la conducta de las personas de países ricos, vemos que la mayoría adopta el paradigma cuántico: prevalencia del espíritu sobre la materia. Adoptan los siguientes principios de vida:
1.- La ética, como principio básico. SOMOS ASÍ POR VER ALGO ERRADO Y DECIR: "AHÍ VA" Nuestra preocupación debe ser con la sociedad, la causa y no con la clase política, apenas el triste efecto. Sólo así cambiaremos nuestra América Latina.
Lo dijo Martin Luther King: Piénsalo y Pásalo.... |