Y un día sin darte cuenta te vas sintiendo mejor, no totalmente feliz, pero sí más segura, menos triste y más completa; y así es como empiezas a reconstruir cada una de tus ruinas, paso a paso y cerrando heridas; y un día sin notarlo desaparecen las lágrimas, la frustración y los miedos; y así te vas dado cuenta que después de la tormenta siempre hay vida. J. Wailen. |
8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer
Pensamientos para cada ocasión