Señor, hoy te pido por todos mis amigos... Tu sabes cuáles, cuántos y cómo son. Algunos más antiguos y otros más recientes. Algunos alegres y expresivos... Otros tímidos y callados; otros sinceros y bulliciosos... En fin, todos diferentes, todos especiales y muy valiosos. Te pido que tengan una buena comunicación contigo, aunque a veces entre nosotros no nos comuniquemos tanto. Que con sus padres y hermanos y en general su familia, compartan mucho, aunque a veces sin quererlo, nuestro compartir como amigos no sea tan frecuente. Que cuando brinden su cariño a otros, lo hagan con dedicación y lealtad, y obren siempre con sinceridad. Aunque a veces la gente que encuentren en su diario vivir no les responda así. Pero lo que más te pido, Señor, es que el día en que nos llames y nos encontremos todos ahí contigo, sigamos contando los unos con los otros y podamos decir que… ¡SEGUIMOS SIENDO BUENOS AMIGOS! BUENOS AMIGOS HASTA EL FINAL, PASE LO QUE PASE. Colaboración de Georgina Martínez de León, Gto. |