En homenaje al día de la prevención del cáncer de mama y en memoria de Erma Bombeck, que perdió su vida con el cáncer. Aquí tienes un ángel enviado para cuidar de ti. Por favor, pasa este mensaje a cinco mujeres a quienes quisieras prevenir. Si no conoces a cinco mujeres a quienes puedas enviar este mensaje, envíaselo a una, que ya será excelente. Si yo todavía tuviera mi vida para vivir... Habría hablado menos y escuchado más. Habría invitado amigos a cenar, aunque la alfombra estuviese manchada o el sofá destartalado. Habría comido palomitas de maíz en la sala y me habría importado poco por la suciedad cuando alguien deseara encender fuego en la chimenea. Habría tenido tiempo para escuchar los recuerdos del abuelo en su juventud. Nunca habría insistido para que las ventanas del carro estuvieran cerradas en un bonito día de verano, sólo para no deshacer mi peinado. Habría encendido la vela tallada en forma de rosa antes de que envejeciera guardada. Me habría sentado en el suelo con los niños y no me habría preocupado por las manchas. Habría llorado y reído menos mirando la televisión... y más mirando la vida. Habría ido a la cama cuando estuviese enferma en vez de pensar que el mundo se detendría si yo no estaba allí. No habría comprado nada solamente por ser práctico, o por tener garantía para toda la vida. En lugar de pasar los nueve meses de embarazo deseando que llegaran pronto a su fin. Me habría bronceado a cada momento, reconociendo que la maravilla que crecía dentro de mí era la única posibilidad para observar a Dios en un milagro. Cuando mis hijos vinieran a besarme impetuosamente, nunca habría dicho "más tarde. Ahora vayan a lavarse para cenar". Habría tenido más "Yo te amo"..., y más "me perdonas"... Pero principalmente, si me fuera dado un pedazo más de vida, yo habría medido cada minuto... Mirándolo y realmente viéndolo ... Viviéndolo... y nunca desperdiciándolo! Habría dicho a todos mis amigos como yo los amo. ...y necesito de ellos! Colaboración de Gabriel Núñez de León, Gto., México. |