Es común oír "Soy capaz de morir por mis hijos", pero ¿VIVIRÍAS por ellos? ¿Dejarías de fumar/tomar? ¿Sanarías tus heridas emocionales? ¿Cambarías tus hábitos alimenticios? ¿Cuidarías tu cuerpo por dentro y por fuera? Tus hijos no necesitan que mueras por ellos, necesitan que ¡VIVAS! |