Renombrados terapeutas que trabajan con familias, divulgaron una reciente investigación donde se hace notar que los miembros de las familias en general están cada vez más fríos, no existe más cariño, no se da más valor a las cualidades, sólo se escuchan críticas. Las personas están cada vez más intolerantes y se desgastan dando valor a... los defectos de los otros. La ausencia del elogio está cada vez más presente en las familias de media y alta renta. No vemos a los hombres elogiando a sus mujeres o viceversa, no vemos a los jefes elogiando el trabajo de sus subordinados, no vemos nunca a los padres e hijos elogiándose, amigos, etc. Sólo vemos personas superficiales y fútiles dando valor a artistas, cantantes y otras personas que usan su imagen para ganar dinero y que, por consecuencia, son personas que tienen la obligación de cuidar su apariencia. Esa ausencia de elogio ha afectado mucho a las familias. La falta de diálogo en sus hogares, el exceso de orgullo, todo eso impide que las personas digan lo que sienten y llevan esa carencia para dentro de los consultorios. Comencemos a dar valor a nuestras familias, amigos, alumnos, empleados. Si queremos recuperar los valores que queremos para nuestra sociedad, comencemos por ELOGIAR esos valores. El buen profesional, el buen hijo, el buen padre o la buena madre, el buen amigo, la buena ama de casa, la mujer y el hombre que se cuidan... ¿Cuántas personas podría usted hacer feliz hoy elogiándola de alguna manera? ¡Entonces elogie a alguien hoy! ¡USTED es muy especial y con seguridad el mundo es más bonito... por causa de usted! |