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| Juventud, tenemos que vivirla al máximo, pero sin destruirla y no tan deprisa, existen experiencias que vivir, cosas que descubrir; pero, antes de conocer el mundo; primero, ¡descúbrete tu mismo!, viaja a tu interior y conoce tu belleza, de vez en cuando toma tiempo para escuchar el latido de tu corazón que te dice soy tu vida, lléname de amor y jamás dejare de latir por que tendré fortaleza para darte alegría y confianza en ti mismo, ¡qué padre! Tu corazón te pide algo abundante y lo mejor es que no tienes que ir muy lejos para encontrarlo, porque el amor esta dentro de ti, déjate llenar por él y estarás preparado para descubrir las maravillas de nuestro mundo. No quiero decir con esto que la vida de un joven sea fácil, es difícil en realidad, hay momentos en que dudas de tu propia identidad, no comprendes quien eres y que quieres ser ¡que encrucijada! Te encuentras lleno de confusiones y tienes que decidir en ese preciso momento tu futuro, las presiones llueven, finalmente decides, pero te preguntas ¿realmente es lo que quiero ser?, en ocasiones ya no hay marcha atrás, pero date cuenta que tu juventud se impone, tienes vida y puedes hacer de ella algo hermoso; nunca te rindas ante una situación adversa, mejor valora tus experiencias; si son malas aprende de ellas y si son buenas guárdalas en tu corazón y sigue adelante. Si alguna vez te sientes sólo y no encuentras la salida a tus problemas, hay alguien que siempre espera que le hables, date tiempo para conversar con él y no te arrepentirás, te conoce y comprende por lo que estas pasando, te ayudará y a cambio de su ayuda te pedirá que seas feliz, que vivas con amor y confianza en su nombre; déjalo vivir en tu corazón eternamente, ese amigo del que te hablo se llama Jesús, bríndale tu amistad y jamás te dejará de amar. Joven, ¡Dios de te entiende! ¡Valora y vive tu Juventud! Colaboración de Libier Ortega García. |
12 de agosto, Día Internacional de la Juventud.
Pensamientos para cada ocasión
