Un viejo amor al que regresar en sus sueños... y otro que le permita darse cuenta de lo lejos que ha llegado. El valor necesario para alejarse cuando no le aman. Libertad económica suficiente para irse y rentar un lugar propio, incluso si nunca lo desea o lo necesita. Una etapa de juventud que dejar atrás con gusto. Un pasado suficientemente rico en experiencias, como para ser contado al llegar a una edad avanzada. La certeza de que seguramente llegara a una edad avanzada y tener dinero guardado en el banco suficiente para no depender de nadie. Un equipo completo de destornilladores, taladro... y al menos un brasier negro de encaje. La amistad de alguien que siempre le hace reír... y de alguien que le permita llorar. Un hermoso mueble en casa, que no perteneció a nadie en la familia. Un e-mail en donde recibir y enviar frases de aliento. Un juego de vajilla para ocho personas, copas y la receta para una cena que haga espléndidamente a sus invitados. Una rutina de cuidado de la piel, un plan de ejercicios y un proyecto para enfrentar aquellas facetas de la vida que no mejoran después de los 30. Un inicio sólido en una carrera que le encanta. Una relación satisfactoria y todas aquellas facetas de la vida. Colaboración de Elizabeth Vázquez García de León, Gto., México. |