genearti if ($detect->isMobile() || $detect->isTablet()) { header("Location: https://www.pensamientos.com.mx/mobil/y_un_dia_como_muchos_desperte.htm"); } header("Content-Type: text/html; charset=ISO-8859-1"); ?>
Y un día como muchos desperté. Sí desperté. Desperté con ganas de admirarme. Sí eso es, me detuve a admirar la hermosura que conservaba mi interior. Si ese amor, esa ternura, ese respeto; pero sobre todo esa timidez PERO SOBRE TODO ESA PUREZA que ni siquiera el acto más vergonzoso que hubiese cometido, la pudiera borrar de lo más profundo de mi corazón. Sí ese día me involucre con mi persona. Hice un pacto; un pacto de amor; una alianza conmigo misma. Despertaba de esa pesadilla que había creado de mi mismo, despertaba de todo. Después llego nuevamente el miedo porque dormiría y podía regresar esa pesadilla... Pero no me intereso el futuro... no me intereso lo que sucediera después de ese momento maravilloso en el que yo era el centro de atención y amor. Después de ello levante mi cabeza y pude agradecer a mi creador por tanta perfección. Sí eso es.... perfección ¿Por qué no decirlo? ¿Acaso porque muchos se han encargado de decirme que no soy bella? ¿Acaso porque muchos me han humillado y lastimado porque a su vista no soy hermosa? Vociferaciones... no son nada más que eso. Ese día comprendí tantas pero tantas cosas. Me olvide del miedo y valore el momento. Me di cuenta que la decisión estaba en mi. Independientemente de las opiniones de los demás, comprendí que era yo quien decidía como sentirme. Solo yo tenía el poder de decidir si lo que me hacían podía dañarme y a qué grado. Ese día.... Sí ese día. Ese día vi la luz... Ese día después de esa pesadilla me di cuenta que me encontraba llena de una felicidad absoluta. Ese día comprendí que mi sonrisa era bella y que a muchos agradaba. Sí comprendí que tenía muchas cosas que ofrecer porque mi corazón guardaba atesoradamente un sin fin de bendiciones. Ese día nunca lo he de olvidar... Por ello le he pedido a mi creador mi Dios, que cuando me llegue a sentir triste por algo o por alguien me recuerde lo bello y lo interesante que es existir... ¿Sabes por qué? Porque valgo la pena. Porque a sus ojos soy lo más hermoso que ha creado. Autor: Araceli Lugo Cordova. Colaboración de Anabel Arguello Ramos.
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