Las personas se asemejan siempre a cajitas de música. Algunas tienen muchos adornos, pero por dentro están vacías. Otras no tienen adornos, pero por dentro tienen todo un jardín o están llenas de gemas brillantes. Otras, cuando las abrimos, nos muestran su interior lleno de recovecos y muchas veces nos perdemos entre sus laberintos. Luego, están aquellas cajitas que son transparentes, que las vemos con un solo darles una mirada y sabemos cómo van a actuar siempre. A mí siempre se me ha ocurrido que las personas son cajas musicales, que sólo las conocemos y amamos luego de oír la música de su interior. Porque esa música tiene algo de magia, algo muy hermoso lleno de vida, algo de muy dentro de su alma. Y es lo que me ha pasado ahora, he sentido la música de tu alma y precisamente por ello, quisiera enviarte la música de mi alma en esta cajita que te regalo hoy. Desconozco el autor. Colaboración de Nayezi de Alicante España. |