Por Daisaku Ikeda La impermanencia de la vida es un hecho del que no se puede escapar. No obstante, mientras una cosa es saber en teoría, el que cada momento de nuestra vida puede ser el último, es mucho más difícil en realidad vivir y actuar en un nivel práctico, basado en esa creencia. Muchos de nosotros tendemos a imaginar que siempre habrá otra oportunidad de encontrarnos y hablar con nuestros amigos y parientes, de modo que no importa si algunas cosas quedan sin decirse. Cada vez que tengo la oportunidad de conocer a alguien, trato de dar lo mejor de mí, ya que ese puede ser nuestro último encuentro. Nunca doy cabida a lamentaciones, esforzándome en concentrar todo mi ser en cada momento. Es una verdad que no podemos evitar, experimentar la tristeza por una separación. Probablemente ninguna palabra puede reconfortar el corazón de una madre que ha perdido a su hijo. Alguien con verdadera sabiduría, al conocer a una mujer cuyo hijo ha muerto, simplemente debe sentarse a su lado y quedarse allí sin decir ni una sola palabra. Aun cuando no haya intercambio de palabras, esas cálidas vibraciones de afecto y solidaridad desde lo más profundo de la vida de esa persona, serán percibidas. Lo más importante para los que estamos vivos en este momento, es vivir con esperanza y esforzarnos para ser felices. Cuando uno se enfrenta a una gran tragedia, pierde la dirección de su vida, tiene que decidir si mantener su espíritu y continuar viviendo con toda su fuerza o dejarse derrumbar por la decepción. Luchando para sobreponernos a la pena y tristeza que acompaña a la muerte, nos hacemos más conscientes de la dignidad de la vida y compartimos el sufrimiento de otros como el nuestro propio. Aquellos que pueden superar el dolor y continuar viviendo con fuerza y coraje, merecen respeto. Yo admiro mucho a alguien que pueda superar sus propios sufrimientos y seguir adelante para dejar tras de sí algo de valor para las generaciones futuras. |
Pero no lo hiciste | Vida después de la muerte
2 de noviembre, Día de muertos
Pensamientos para cada ocasión