- Están los que usan siempre la misma ropa. - Están los que llevan amuletos. - Están los que hacen promesas. - Están los que imploran mirando al cielo. - Están los que creen en supersticiones. Pero también... - Están los que siguen corriendo aunque les tiemblen las piernas. Como si cada vez, fuera la última vez, convencidos de que la vida es un desafío. SUFREN pero NO SE QUEJAN, porque saben que el dolor pasa, y que el sudor se seca, que el cansancio se termina. Colaboración de SAVAGE de Argentina. |