Tienda de abarrotes del cielo.
Un día vi un letrero que decía: "TIENDA DE ABARROTES DEL CIELO". Al acercarme, la puerta se abrió de par en par y, de pronto, me encontraba ya dentro de la tienda. Vi un grupo de ángeles. Estaban por todas partes. Uno me dio una canasta y dijo, "Hijo Mío, compra con cuidado".