¡Hola! me llamo Salvador, tengo año y medio de edad, aunque no se qué significa esto. Lo que si se que significa, es cuando se me cae la mamila o la sonaja; cuando entre las sábanas se me pierde mi osito de peluche. Es tal mi desesperación, que lloro y grito muy fuerte para que mis papás me hagan caso y resuelvan mi problema. ¡Qué angustia! Esos si son problemas delicados. ¡Hola! soy "Salvador", tengo 7 años, me gusta jugar fútbol. El mes pasado me saqué un 10 en matemáticas y adivinen qué me compraron, un balón profesional; era yo el niño más feliz del mundo. Todo era felicidad hasta hoy, porque mi balón se ponchó y mi mami me dijo que no volvería a comprarme otro porque no sé cuidarlos. ¡Qué angustia!, esos si son problemas complicados. ¡Qué tal! tengo 14 años y me llamo Salvador Sierra. ¿Alguna vez se han puesto a pensar: ¿Quién eres tú?, ¿Por qué nací aquí? ¿Qué será mi futuro? ¿Por qué soy yo y no tú?. En realidad me doy cuenta de que son tantas cosas en qué pensar, la vida se va haciendo más difícil y de que francamente es imposible descifrar el enigma de la vida. ¡Qué angustia! Estos si son problemas complicados. ¡Qué onda! Cómo estás, me llamo Salvador y voy a cumplir la grandiosa cantidad de 18 años. Troné 4 materias y creo que estoy perdido, soy un fracaso, no sirvo para nada. No quiero pensar en esa mirada de mi jefe al ver mis calificaciones, sus ojos parecerán los de un león furioso... Y eso no es todo; creo que lo que me tiene peor es esa niña que conocí hace tiempo, creo que estoy enamorado de ella, pero es un poco fresa. No sé qué hacer, no sé qué decir, no sé cómo actuar. Esta vida no vale nada; como me gustaría ser niño otra vez, en esa edad uno no tiene problemas. ¡Qué angustia! Estos si son problemas complicados. ¡Qué tal! Soy el Lic. Salvador Sierra. Esta empresa donde trabajo no me paga lo que en realidad me merezco. He estudiado toda una vida y ¿esto es lo que recibo? ¡No es posible! Con esta crisis que nos ahoga a todos y con este gobierno hijo de la vida disipada que nos hunde en el estiércol cada día más. Ya no soy tan feliz como cuando era adolescente; entonces no había preocupaciones; no tenía responsabilidades. ¿Qué problemas tenía yo? Tenía casa, comida, ropa, todo por hacer; mi única obligación era la escuela. Les diré una cosa: prepárense para el futuro porque está lleno de problemas complicados. ¡Qué angustia! ¡Gusto en conocerlos! soy el Dr. en Derecho, Salvador Sierra Rivas; soy padre de familia, no es fácil serlo. Mis hijos, mal que bien, ahí la llevan; pero a la que ya no soporto es a mi esposa; no es la misma que conocí hace 18 años. ¡Bendita edad! cuando se construyen castillos en el aire, sueñas con ser millonario, famoso o como cuando estaba en la universidad y veía el mundo a mis pies. Ahora todo es diferente; la vida es más dura de lo que parece en realidad; estoy sintiendo una gran angustia ante la impotencia de no poder hacer nada. Definitivamente, estos si son problemas complicados. ¡Ya soy abuelo! Mi nieto se llama Salvador, como yo. Gracias a Dios nació con salud. ¡Qué suerte la de poder gozar con salud! Si yo la tuviera, sería el hombre más feliz del mundo, haría tantas cosas que no puedo hacer..., caminaría por el parque de la mano con esa bendita mujer que tengo hace más de 50 años, jugaría con mi nieto a la pelota, viajaría de vez en cuando con el dinero que logré juntar y que ahora se me va en puras medicinas. ¡Qué lástima que la vida sea tan angustiosa y esté lleno de problemas! ¿Qué pasa?¿ no sé dónde estoy. Aquí sólo veo una luz hacia donde dirijo la mirada. Hace un tiempo deje de vivir, pero sigo existiendo... tarde me di cuenta de que la vida es más sencilla de lo que parece, de que en realidad estuve muerto en vida, quejándome de todo, sintiendo que la vida era para sufrir, no entiendo ¿porqué me preocupaba por una sonaja, o por un balón ponchado?, ¿qué me importaba que debiera 4 materias o todas las materias?, ¿por qué le tenía miedo a esa mujer que llegó a ser mi esposa? y que sólo de viejo supe valorar; ¿a quién diablos le importa la vida o el gobierno?, ¿por qué me preocupaba de mi salud? cuando sólo tenía un pequeño catarro. ¡Lo más importante era que estaba vivo, tenía sueños y esperanzas! Yo mismo me impuse el peor castigo: no vivir la vida. Tarde me di cuenta de que en realidad no existen los problemas complicados; tarde me di cuenta de que el secreto de la vida es vivir intensamente cada momento, tarde me di cuenta de que el secreto de la vida es aprovechar cada día y ser más feliz con lo que hay. Hasta siempre. Colaboración de Nayle Dagna de España. |