- A su hijo le faltan más límites en casa. - En su casa no hay suficiente diálogo. Sólo 15 minutos por día marcarían la diferencia. - No deje tantas horas a su hijo frente al televisor. - Disfruto mucho de sus trabajos, pero es su hijo quien debe realizar la tarea. - No se queje de que su hijo está sobrecargado. Si no estudia ahora ¿cuándo lo hará?. - Cuando yo era chico y hacía algo mal, mis padres me retaban a mi. No se ponían a criticar al maestro. - ¿Por qué tengo que hacer reuniones de padres en mi tiempo libre si usted no se molesta en venir? - ¿Usted quiere a su hijo? Dele más cariño en la familia. - Aunque su hijo parezca grande, todavía los necesita. Ustedes son los primeros educadores y no pueden delegar esa responsabilidad en terceros. |