"...Vas montando tu caballo, el Appaloosa, tu favorito. A tu lado cabalgo yo. Es una hermosa mañana de primavera, y vamos felices por aquel camino del bosque. ¿Lo recuerdas? Han florecido los cerezos silvestres, como entonces; los pájaros cantan en los árboles, y el cielo es profundamente azul..." Esas fueron las últimas palabras que Paul McCartney, uno de los Beatles, musitó al oído de su esposa Linda antes de que ella falleciera. Cuando dejó de respirar tenía una suave sonrisa entre los labios. Él lloraba en silencio. Colaboración de Mario Pablo Vásquez de México, D.F. Ahora, no sé por qué, las canciones de Paul McCartney me gustan más. |