Un día un hombre enamorado se le presento a su amada, quien vivía con otra persona en unión libre, traía un cuchillo tipo sierra de jardinero, y se la puso en la muñeca, tratando de decir con este gesto que se suicidaría, ella asustada no quería que lo hiciera. - Para qué amar a quien no te ama. Ella no lo comprendió de momento. - Por qué amas a quien no te ama - ella comprendió que se refería a que ella andaba con alguien que no había querido casarse con ella, y prefiero vivir en un amasiato. - El sí me ama. - El amor se demuestra con hechos no con palabras. - Y tu ¿por qué amas a alguien que no te ama? Él comprendió que se la habían volteado ahora. - Por estúpido, porque creo que mereces a alguien que te de un lugar ante dios y ante la sociedad. - Él me ama. - Él solo satisface una necesidad sexual. - ¿Tan poco valgo? - Tú te das tu propio valor. - Entonces actúa con ejemplo, y busca a alguien que si te ame. El quito de su muñeca el cuchillo de jardinero, se volteo y se fue. A veces buscamos el amor en lugares donde el desierto no deja florecer nada. Colaboración de Víctor Manuel Espino Ocampo de Ixtapa, Zihuatanejo, México. |