La persistencia es factor determinante para convertir EL DESEO en su equivalente en dinero. La base de la persistencia es la fuerza de la voluntad. Son muchas las personas que están dispuestas a arrojar sus objetivos y propósitos por la borda y abandonar a la menor oposición. Los pocos que siguen, hasta alcanzar la meta, alcanzan el éxito. Un buen consejo: ser persistente por mucha lentitud que despliegue al principio para moverse. Con persistencia se logra llegar a la meta fijada. Un ejemplo de lucha y persistencia nos da la historia siguiente: Una vez, dos ranas que cayeron en un recipiente de crema y sintieron que se hundían. Muy difícil era nadar o flotar mucho tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos patalearon en la crema para llegar al borde del recipiente y solo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar. Una de ellas dijo en voz alta: - No puedo más. Es imposible salir y ya que voy a morir, no veo para que prolongar este dolor. No tiene sentido morir agotada por un esfuerzo estéril. Y dicho esto, dejo de patalear y se hundió con rapidez siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco. La otra rana, más resistente o quizás más tozuda, se dijo: - Es muy difícil avanzar en esta cosa pero seguiré intentando a ver si encuentro el camino adecuado, no me daré por vencida, lucharé hasta mi último aliento todo el tiempo necesario y que pueda soportar. Y siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar un centímetro. Horas y horas. Y de pronto... de tanto patalear y agitar, agitar y patalear... La crema, se transformó en manteca. La rana sorprendida dio un salto y patinando llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, croando alegremente de regreso a casa.
Conclusión: El Mariscal Foch decía: "Noventa mil hombres derrotados retroceden ante noventa mil conquistadores, solamente porque ya se han cansado de luchar, porque ya no creen en la victoria, porque están desmoralizados" Físicamente no estaban derrotados, pero si mentalmente. Cuando la idea de la derrota predomina en la mente, ya no hay remedio. No se canse usted de luchar, crea en la victoria, resista a las influencias desmoralizadoras y recuerde que posee las facultades y potencias necesarias para alcanzar el éxito. En nosotros mismos se encuentra el triunfo o la derrota. Habrá ocasiones en las que se sentirá derrotado, no importa lo que haga. Y cuando suceda, en lugar de dejarse caer al suelo, aprenda algo. Pregúntese: ¿Qué hay de bueno en esto? ¿Qué puedo aprender de esto? ¿A qué se debe que nos arrastremos con frecuencia por el mundo, como abrumados por una carga de complejos, cansancios, desalientos y depresiones?
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