Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando, memoriza esta parábola. Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo. Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre hasta que cierto día un gran ventarrón destruyo su guarida, el árbol podrido fue tragado por el cieno y el cedió cuenta que iba a morir. En un deseo repentino de salvarse comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado como volar, pero enfrento el dolor del entumecimiento hasta que logro levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso. Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te obliga a elevar el vuelo... o a morir. Nunca es tarde no importa lo que se haya vivido, no importa los errores que se hayan cometido no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir basta, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cielo y volar alto y muy lejos del pantano. Colaboración de Ángel Madrigal de Toluca, Edo., de México. |