A pesar de las múltiples críticas que con razón y sin ella se han hecho de la tristemente célebre Reforma Fiscal, que más bien resultó ser una polémica y confusa miscelánea más. Este tema, que abarca grandes espacios en los medios de comunicación y parece haber puesto en evidencia las limitaciones de quienes dicen representar nuestros intereses en las cámaras, tiene poca importancia al lado de la triste situación que se vive en otros países Latinoamericanos como Venezuela y Argentina. Cuando aquí nos cuestionamos la inequidad e inconstitucionalidad de la Reforma Fiscal, en Argentina se cuestionan si tendrán trabajo mañana, y cuál es el próximo banco o supermercado que será saqueado. Cuando aquí recibimos la noticia de que la calificadora Fitch, al considerar que México tiene una "sólida disciplina fiscal y fortaleza en su economía" otorgó el grado de inversión a nuestro país y que uno de los factores para hacerlo fue, según lo declaró Shelly Shetty, principal analista de Fitch para México, que "han visto al Gobierno mantener su disciplina fiscal", allá se cuestionan su permanencia en el Mercosur. Leyendo una de las variadas opiniones que sobre el tema de la Reforma Fiscal se han escrito, un crítico como tantos que solo se quejan sin proponer nada, opinaba que la Reforma crearía "un caos total". Curiosamente ese mismo día recibí un correo electrónico de un buen amigo Argentino, quien refiriéndose a la situación por la que atraviesa su país y su familia utilizó exactamente los mismos términos "caos total". Siempre en la vida habrá quien tienda a dramatizar los problemas que le aquejan, y no vea, por más obvias que sean, las ventajas de que vive rodeado. Parece que esa gente es hipersensible a lo negativo y le cuesta identificar las cosas positivas. A veces, para darles a nuestros problemas su justa dimensión, es útil compararse con quienes sufren problemas más serios que los nuestros. Así que le invito a tomar este asunto de la Reforma de manera más objetiva, analizando los efectos reales y concretos que tendrá en nuestros bolsillos, identificar sus ventajas y beneficies, y ya con ese análisis tomar una postura al respecto, sin dejarnos llevar por la ola de críticas. También nos será útil apreciar las múltiples ventajas de nuestro país que a pesar de los errores de nuestros Diputados y Senadores, sigue siendo estable, y si no pregúntenles a los afganos, a los venezolanos o a los argentinos. |