Cuentan que una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena. Pensaba de esta forma: "Si tuviera un auto nuevo, sería feliz" "Si tuviera una casa grande, sería feliz" "Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz" "Si tuviera pareja perfecta, sería feliz" En ese momento, tropezó con una bolsita llena de piedritas y empezó a tirarlas una por una al mar cada vez decía: "Sería feliz si tuviera..." Así lo hizo hasta que solamente quedaba una piedrita en la bolsa, la cual guardó. Al llegar a su casa se dio cuenta de que aquella piedrita era un diamante muy valioso. ¿Te imaginas cuantos diamantes arrojó al mar sin detenerse y apreciarlos? Cuántos de nosotros pasamos arrojando nuestros preciosos tesoros por estar esperando lo que creemos perfecto o soñando y deseando lo que no se tiene, sin darle valor a lo que tenemos cerca nuestro. Mira a tu alrededor y si te detienes a observar te darás cuenta cuan afortunado eres, muy cerca de ti está tu felicidad, y no le has dado la oportunidad de demostrarlo. Observa la piedrita, que puede ser un diamante valioso.Cada uno de nuestros días es un diamante precioso, valioso e irremplazable. Depende de ti aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para nunca mas poder recuperarlo. Colaboración de Angel Madrigal de Toluca, Edo. de México. |