Compártenos
| Hijo ya me voy, estoy cansado me duelen mis piernas, que cansadas de un largo caminar me dicen que ya es hora. Yo les digo que no, que todavía no es tiempo pero ellas insisten. Hijo ya me voy, mi corazón me suplica que lo deje descansar un momento, que después de una larga vida tan hacendosa, quiere descansar, yo le digo que no, que quiero ver crecer a mis nietos pero ella insiste. El alma: Estoy cansada de que el viejo se esté quejando, de que ya no puede, aunque el cuerpo este viejo, yo sigo siendo tan joven como su hijo, además todavía no es hora. Colaboración de José Feliciano Sánchez. |
