No te acerques a mi tumba sollozando, no estoy ahí… Estoy en el viento que te acaricia, en las plantas que riegas cada día, en las estrellas que brillan de noche sobre tu hogar, en la sonrisa de tus hijos, en los pajarillos que cantan en tu ventana… Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando… No estoy ahí… Estoy en tu recuerdo y en tu corazón. |
Que muera poco a poco | Llevo mucho tiempo esperándote
2 de noviembre, Día de muertos
Pensamientos para cada ocasión